"El cielo es un lugar pequeño para guardar mis sueños"

miércoles, 11 de mayo de 2016

Émeraude

    Y ella pensó en cuanto tiempo hacía que no se sentía así, expuesta, insegura y muy muy acojonada.     Realmente desde hace ya varios meses que sentía que tenia el control, nadie entraba si ella no quería y la verdad es que no quería nunca, ni con nadie. Casi era nuevo. Casi.
    Después de tirar sus fotos, abandonar los peluches en un contenedor y guardar cada pequeño recuerdo solo quedo ella misma, y eso no pasaba desde hacía...eones. Al principio todo era nuevo, era lo contrario a lo que había tenido y evidentemente apetecía mucho. El mundo parecía muy grande en ese momento y ella tenía grandes ganas de comérselo. Poco a poco la sensación de novedad fue pasando y las diferentes personas que decidieron (involuntariamente) compartir un trozo del camino con ella ya no le parecían tan asombrosas (sin querer ofender).
   Pero su mente estaba ocupada y eso era lo que necesitaba; actividad, opciones, caminos y elecciones. Y poco a poco llegó el control, llegaron las ganas de saber si era eso lo que tanto había ansiado, el poder de decisión y de portarse mal. Ahí se estaba realmente bien pensaba ella: "Esto está superado", y la sucesión de personas, momentos y alcohol se mantenía bastante activa. Pero todo pasa, y esto no iba a ser menos, el vacío empezó a hacerse notar y vio que no podía llenarlo como ella quería.
   Estaba en uno de esos momentos que piensas que todo lo pasado fue mejor, que te equivocaste y no tomaste la decisión que debías y ahora unos cuantos meses después te das cuenta. Pero no, eso no funciona así, en el fondo sabía que tenía sus razones, así que decidió tragar y buscar algo más.
   Buscando o sin buscar l@ encontró, empezó a gustarle sin darse cuenta, y muy de vez en cuando se sorprendía a si misma mirándole de más. No se lo esperaba y de repente allí estaba otra vez, acojonada a que le hicieran daño, insegura de lo que le estaba pasando y con un tremendo miedo a exponerse. Era casi una novedad.
Con tu muro sentimental infranqueable.
¿Soy yo?
Saltándolo y explicándote que esto, es inefable.

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