"Que no vull palaus ni vull princeses,
no vull plors, ni vull tristeces, començem a caminar"
Son mentes que chocan, y esperas, con ansia que en algún momento eso cambie, que de verdad llegues a sentir lo que siente él. Empatizar. Yo creo que no hay nada más complicado.
Abandonar tu mente y entrar en la suya , con otras creencias y otros principios. Parecidos a los tuyos pero no iguales, con experiencias diferentes, entrar en otra persona. Pero y si no hace falta? Y si simplemente me estoy obsesionando con ponerme en el lugar del otro, y si simplemente necesita ser escuchado, y que respete y asimile su punto de vista? Parecía fácil.
Pero el tiempo, uh el tiempo y la experiencia lo complican todo, lo más insignificante, esas tonterías que antes decías, bueno no pasa nada, puedo con ello. Se hacen grandes. se complican, se tergiversan, se ensucian y se llenan de barro, se ven feas, se magnifican, y dices? De donde ha salido esto? Donde lo tenia encerrado, y porque ahora que iba todo bien.
Tienes varias opciones, lo hablas, lo solucionas. Lo hablas, lo discutes, y os calláis. No lo hablas, y crece. No lo hablas, y desaparece. Admitamoslo, la primera opción y la última solo ocurren en las pelis polacas independientes.
Así que por descarte, nos quedan dos, y bueno si fuera por mi, casi que mejor ninguna. Pero le quieres y dice, JODER, yo puedo. Por mis cojones que si puedo.
De manera que te echas la paciencia que te queda, esa que escondes debajo de la cama y entre las perchas del armario, respiras tres veces profundamente con el estomago (no más, porque mi madre dice que te mareas) y dices, venga, voy a entenderte.
Y, aunque todo esto ha sonado algo pesimista, nadie en mi vida, me ha hecho crecer tanto como él. Con él pienso, cambio, con él es todo diferente. Y a mi me encanta lo diferente.